20 de agosto de 2012
POEMA V
La vida se desvanece entre sueños
niños y sublimes hasta que bebemos
en las aguas del olvido, perdidos.
Vagas sombras en la noche sagrada
tapizada de estrellas.
Oh, la belleza de tus atardeceres carmesíes,
las palabras con su música secreta y
tu sonrisa perdida para siempre,
en los bordes del tiempo, alimentan
mi andar cansado de ser sueño
y olvido.
Oh vida he procurado desentrañarte
pero siempre tu rostro aparece velado
ante mis sentidos.
Solo veo ensordecedor ruido,
cotidianeidad alienada y repetida,
manecillas de reloj mecanizado,
perpetuo vació de amor y silencio Vida,
a mis preguntas antiguas, siempre renovadas.
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